Tu presencia vino a mí como hojarasca seca en primavera.
Suave, frágil al tacto y a la vez ruidosa.
Aquella noche estabas radiante, cuidada por una guardia pretoriana celosos de que le retiras miradas y sonrisas a otras personas.
Yo un ser habitante de este espacio de treinta y algo grados de ternura y alegría, que vive entre mamadas de gallos y seriedades repentinas.
Te vi sin nada de malicia o buen pensamiento, solo dije, "que mujer".
Tu trato, tus abrazos, miradas a veces perdidas entre veces fuerte me perdió en ella
Pero sin valor para decirte que me encarcelaste deje desar el tiempo sin tiempo.
Sin saber que me mirabas desde hacía un tiempo atrás.
Fue hermoso tocar tus labios, cada parte de tu cuerpo y controlarme los deseos de hacerte el amor a la antigua.
Ahora solo espero y espero con tu aroma en mí.
Suave, frágil al tacto y a la vez ruidosa.
Aquella noche estabas radiante, cuidada por una guardia pretoriana celosos de que le retiras miradas y sonrisas a otras personas.
Yo un ser habitante de este espacio de treinta y algo grados de ternura y alegría, que vive entre mamadas de gallos y seriedades repentinas.
Te vi sin nada de malicia o buen pensamiento, solo dije, "que mujer".
Tu trato, tus abrazos, miradas a veces perdidas entre veces fuerte me perdió en ella
Pero sin valor para decirte que me encarcelaste deje desar el tiempo sin tiempo.
Sin saber que me mirabas desde hacía un tiempo atrás.
Fue hermoso tocar tus labios, cada parte de tu cuerpo y controlarme los deseos de hacerte el amor a la antigua.
Ahora solo espero y espero con tu aroma en mí.