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domingo, 15 de mayo de 2022

El clima 7°



REPÚBLICA DE COLOMBIA
DEPARTAMENTO DE CUNDINAMARCA
MUNICIPIO DE CABRERA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA DEPARTAMENTAL INTEGRADA DE CABRERA



Área: Ciencias sociales
Asignatura: Historia y Geografía.
Grado: 7°
Eje temático: Conociendo muestro planeta.
Abordaje: Los germanos: El clima y zonas climáticas.
 

Instrucciones: A continuación, les invito a seguir las siguientes indicaciones, que buscan en primer lugar compartir conceptos y localización de las zonas climáticas presentes en el planeta tierra.

1. En su cuaderno de historia y geografía, favor realizar un resumen (o si lo prefiere transcripción) de la presente lectura.

2. Piensa y opina: relata como las montañas, la presencia de cuerpos de agua (ciénagas, océanos, ríos) interrumpen la acción del CLIMA.

3. Piensa y opina: ¿Por qué la luz del sol no llega por igual a toda la superficie (suelo) de la tierra?

4. Piensa y opina: Colombia se localiza en la zona tropical, por lo que debería ser un país de temperaturas muy caluroso; pero, en la realidad, existen zonas muy frías, ¿explica por pasa lo anterior?   

 ¿Qué es el clima?
Para Los autores José María Cuadrat y María Fernanda Pita, (1997, p. 9). El clima "es el conjunto de tendencias resultantes de condiciones habituales durante un largo periodo que como mínimo se suele establecer en treinta años".  Otra definición es que, son las condiciones predominantes durante un período determinado sobre un lugar o una región. (Resulta de la acción de la radiación solar, la interacción de la atmósfera con otros componentes del sistema Tierra y la influencia de factores físico-geográficos).
Claro, la anterior definición del clima no es única que existe entre los climatólogos del mundo, pero en todas las definiciones vamos a encontrar lugares comunes como: Características de la  atmosfera, persistencia de las condiciones del tiempo atmosférico y  Periodo de tiempo. Ejemplo, para determinar el clima en el municipio de cabrera de forma informal, lo primero que deberíamos hacer es preguntarle a las personas de mayores años de vivir en el municipio, o sea los adultos mayores de 50 años como mínimo. Luego, buscar en el sitio oficial del gobierno nacional (que para el caso colombiano es el  Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales. (IDEAM)), los comportamientos  y variaciones o estados del clima para el municipio durante los últimos 30 años. 
 
 
 
 
 
 
 
El tiempo atmosférico es el estado de la atmósfera en un momento dado. (Es el resultado de la dinámica de la atmósfera).
 
 

 

Zonas climáticas

Las zonas climáticas son las zonas con climas distintos, que se producen en la dirección de este a oeste alrededor de la Tierra, y se pueden clasificar utilizando diferentes parámetros climáticos. En general, las zonas climáticas son en manera de cinturón y circular alrededor de los Polos. En algunas zonas, las zonas climáticas pueden ser interrumpidas por montañas u océanos.
La radiación solar llega al suelo en diferentes partes de la Tierra con diferentes ángulos. En el ecuador, la luz del sol llega a lo suelo casi perpendicularmente, mientras que en los polos el ángulo del sol es menor o incluso bajo el horizonte durante la noche polar.
A lo largo de las estaciones del año, la posición del Sol a la Tierra y, por lo tanto, el ángulo de incidencia de la luz del sol también cambian. El ángulo del sol al mediodía varía de perpendicular (90°) en los trópicos hasta horizontal (0° = el sol no aparece o solo parcialmente en el horizonte) dentro del círculo polar.
De este modo, la luz del sol calienta la Tierra alrededor del ecuador con mucha más fuerza que en los polos. Debido a las diferencias de temperatura causadas por las diferencias en la radiación, las condiciones climáticas recurrentes se desarrollan, tales como invierno y verano. Estas condiciones se caracterizan por una cierta cantidad de precipitación en verano o por una cierta temperatura media del aire.
Las diferentes condiciones climáticas, que surgen regularmente en ciertas áreas, se resumen y describen en la clasificación abajo.

 

Clasificación:
Hay cuatro grandes zonas climáticas: Zona tropical de 0° -23,5° (entre los trópicos)
En las regiones entre el ecuador y los trópicos (región ecuatorial), la radiación solar llega al suelo casi verticalmente al mediodía durante casi todo el año. De este modo, es muy caliente en estas regiones. A través de las altas temperaturas, más agua se evapora y el aire es a menudo húmedo. La frecuente y resultante cubierta de nubes densa reduce el efecto de la radiación solar en la temperatura del suelo.

 

Subdivisiones de la zona tropical

En los trópicos hay diferentes zonas de vegetación. Estos dependen del tiempo durante el cual no hay suficiente agua disponible para que las plantas crezcan. La diferenciación se realiza de acuerdo al número de meses secos (áridos) y húmedos (húmedos):

Húmedo: 12 a 9 ½ meses húmedos = selva tropical,

Semi-húmedo: 9 ½ a 7 meses húmedos = sabana húmeda,

Semi-húmedo: 7 a 4 ½ meses húmedos = sabana seca,

Semi-árido: 4 1/2 a 2 meses húmedos = sabana espina y

Árido: 2 a 0 meses húmedos = desierto.

Sub trópicos de 23.5°–40°

Los sub trópicos reciben la radiación más alta en verano, ya que el ángulo del sol al mediodía es casi vertical a la Tierra, mientras que la cubierta de nubes es relativamente delgada. Estas regiones reciben menos humedad (ver vientos alisios), lo que aumenta el efecto de la radiación. Por lo tanto, la mayoría de los desiertos del mundo se encuentran en esta zona. En invierno, la radiación en estas regiones disminuye significativamente, y puede ser temporalmente muy fresca y húmeda.

 

 

Zona templada de 40°–60°

En la zona templada, la radiación solar llega con un ángulo más pequeño, y las temperaturas medias aquí son mucho más frescas que en los sub trópicos. Las estaciones y la duración del día difieren significativamente en el transcurso de un año. El clima se caracteriza por extremos menos frecuentes, una distribución más regular de la precipitación durante el año y un período de vegetación más largo - por lo tanto, el nombre de "templado".

 


Zona fría de 60°–90°

Las zonas polares entre 60° latitud y los polos reciben menos calor a través de la radiación solar, ya que el Sol tiene un ángulo muy plano hacia el suelo. Debido a los cambios del ángulo del eje de la Tierra al Sol, la duración del día varía más en esta zona. En el verano, se producen días polares. La vegetación solo es posible durante unos pocos meses al año e incluso entonces es a menudo escasa. Las condiciones de vida en estas regiones son muy duras. Las características de las zonas climáticas cambian con grandes diferencias de altitud en un área pequeña, como en zonas de montaña, ya que las temperaturas disminuyen rápidamente con la altitud, cambiando el clima en comparación con valles.


 

 Tomado de: https://content.meteoblue.com/es/meteoscool/zonas-climaticas-generales

 Actividades de finalización:

Para nuestros próximos encuentros les pido el favor de consultar en textos, libros, páginas web, etc. 

1. ¿Qué son, cuáles son las características y ejemplos (pueden dibujar o hacer una descripción) de:   Regiones culturales,   Regiones políticas y     Regiones económicas?. 

2. Describe en tu cuaderno de apuntes de la asignatura la primera imagen o fotografía de esta lectura.

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miércoles, 11 de mayo de 2022

La vedad: 10° y 11°

 

 REPÚBLICA DE COLOMBIA
DEPARTAMENTO DE CUNDINAMARCA
MUNICIPIO DE CABRERA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA DEPARTAMENTAL INTEGRADA DE CABRERA


Área: Ciencias sociales
Asignatura: Filosofía.

Grado 10°.
Eje temático: Conocimiento, verdad y realidad.
Abordaje: La verdad. 

Para esta ocasión estaremos abordando un tema muy difuso y problemático tanto para definirlo. Como para la práctica de los seres humanos, en tanto, los acuerdos y criterios de la verdad presentan una línea difusa y casi imperceptible entre el deseo, lo que realmente fue/es y lo que debería ser tanto para el bien personal como común. Así las cosas, les invito en primer lugar a pensar, escribir y compartir de forma oral. Según su experiencia personal, ¿Qué es la verdad?, según su sus conocimientos académicos, ¿Qué es la verdad?. 

La verdad es la cualidad de las afirmaciones que concuerdan o se acercan a la realidad de un hecho/caso que ha ocurrido/está pasando, ya sea de manera planeada o inesperada/fortuita. El objetivo del pensamiento racional es descubrir, ¿cuál?, de las afirmaciones, corresponde a la realidad contextual a la que se aplica el racionamiento de verdad; es decir, ¿cuál?, de ellas, posee la propiedad de verdad. Por ello, la importancia de esta cuestión se origina en la diversidad y profundidad de los principios en los que aparece la afirmación de verdad. 

Mafalda y Felipe "La verdad" | Mafalda, Frases sabias, Historietas

Criterio de verdad

Un criterio es una condición suficiente para presencia de una determinada propiedad de validez, la cual en circunstancias normales se convierte en el mejor proceso que elige la mejor proposición de verdad. Un criterio de verdad o verificabilidad sostiene que la única forma de comprobar la verdad es por medio de la experiencia y la observación empírica. Por ello, una frase/afirmación/preposición es verdadera cuando se cuenta con las herramientas e información para verificarla. 

Se ha propuesto algunos procesos que en este caso se convierten en principios de conocimiento racional, tales como significatividad, intencionalidad, conocimiento, justicia, rectitud e identidad (incluyendo la identidad personal y la relativa a fenómenos).  Además, lo anterior existen otro criterio para velicar la verdad, entre estos tenemos: 

verificabilidad práctica: Si con los medios y herramientas que poseemos podemos comprobar la verdad; nos llevaría a declarar como absurdas algunas creencias que ni siquiera los empiristas más radicales estarían dispuestos a rechazar: por ejemplo, Si los estudiantes de la I.E. D. I Cabrera, obtienen desempeños superiores en las evaluaciones internas. No se podría afirmar en absoluto que los resultados serán iguales en las pruebas estandarizadas externas.  Si aceptásemos esta interpretación del criterio de verificabilidad, tendríamos que concluir que es probable que ello suceda, siempre y cuando las evaluaciones y pénsum académico se encuentra en sincronía con las competencias y habilidades que evalúa el organismo nacional de evaluación. ; para evitar esta conclusión, Ayer recomienda la verificabilidad en principio. 

Verificabilidad, en principio una proposición es verificable si sabemos qué observaciones podrían decidir su verdad, aunque de hecho no dispongamos de los recursos necesarios para hacerlo. 

Verificabilidad fuerte o concluyente: Si la experiencia se puede probar concluyentemente si es verdad o falsa. Si afirmo. Un estudiante de la I.E.D.I Cabrera pierde todas las evaluaciones de área, no aprobará el año escolar. Puedo verificar concluyentemente su verdad o falsedad. Pues como docente poseo acceso a las notas del estudiante en mención y comprobar su desempeñó interno del/la joven. Las afirmaciones, el arsénico es venenoso, un cuerpo tiende a dilatarse cuando es calentado, todos los hombres son mortales, no tendrían una justificación, ni práctica ni en principio; pero tampoco podrían justificarse las proposiciones relativas al pasado, las de las ciencias históricas. 

Teoría pragmatista de la verdad.

A continuación les ofrezco un texto del docente,  Andrés Julián Arango García, en el año 2019, titulados: 

LA CONCEPCIÓN PRAGMATISTA DE LA VERDAD DE WILLIAM JAMES, publicado en la revista: El Fogón de Descartes, año VIII, núm. 5, 2019 -2020. 

 

LA CONCEPCIÓN PRAGMATISTA DE LA VERDAD DE WILLIAM JAMES

Andrés Julián Arango Gara1

William James2 (1842 – 1910), médico de formación, es reconocido por sus importantes aportes a la psicología y a la filosofía de la religión, pero especialmente resalta por ser uno de los fundadores y principales difusores del pragmatismo. Ente 1906 y 1907 James presenta una serie de conferencias que fueron publicadas con el título Pragmatismo. Un nuevo nombre para viejas formas de pensar. Este texto se constituye en uno de los textos filosóficos más importantes de este pensador no solo por las temáticas que aborda sino porque es la exposición madura de sus ideas. En las conferencias expone su visión sobre la filosofía, problemas de carácter metafísico, cuestiones sobre la religión, el asunto de la verdad, entre otros temas.
En 1910 Bertrand Russell publica una colección de ensayos, uno de los cuales está dedicado a la concepción de la verdad de James (el texto original de Russell es de 1908). En este texto, el filósofo británico expone una serie de razones por las cuales considera que la noción de verdad de James no es solo problemática, sino que no funciona. Russell (tan persuasivo, tan claro y tan truculento como suelen serlo las grandes plumas) se dedica a mostrar las dificultades y confusiones que tiene la noción de verdad del pragmatismo a la James.

En el presente texto presentaré tres de las críticas que hace Russell a la idea de verdad de James, posteriormente me ocuparé de las conferencias VI y VII de Pragmatismo para mostrar que quizá
las críticas de Russell se fundamentan en una comprensión incompleta de las tesis fundamentales del pragmatismo del pensador norteamericano y, posteriormente, abordaré las respuestas que ofrece James en Dos críticos ingleses.


1 Profesor del Programa de Filosofía de la Universidad del Quindío. Correo electrónico:
ajarango@uniquindio.edu.co
2 Este texto es una versión del documento William James, una noción pragmatista de la verdad, presentada en el simposio Perspectivas sobre el pragmatismo, que se llevó a cabo en el marco del XI Foro de profesores de filosofía del Programa de Filosofía de la Universidad del Quindío en mayo de 2019.



1. Russell contra James

El primer argumento contra James se fundamenta en la aceptación de éste de que la verdad es un acuerdo con la realidad. No obstante, este acuerdo tiene una naturaleza particular y no consiste en la correspondencia entre hechos y creencias, sino en un tipo de restricción de las creencias por parte de la realidad, el eslogan pragmatista es “Una verdad es algo que compensa ser creído”. Esto sugiere que las consecuencias de mantener una creencia son mejores que las de rechazarla. Tres problemas ve en esto Russell. Primero, cómo podemos establecer con un mínimo nivel de certeza las consecuencias de una creencia; segundo, cómo podemos definir qué es una consecuencia buena o mala, mejor o peor; y tercero, al interesarse más por la bondad de las consecuencias, el problema de la verdad pierde importancia. En lo que respecta a establecer la verdad de una creencia, dirá Russell, es más importante considerar lo que hace verdadera a una creencia que las consecuencias que pueda tener esta: “seguramente es mucho más fácil descubrir por investigación directa si el «contrato social» es un mito que decidir si la creencia en él ha sido beneficiosa o perjudicial en conjunto.” (Russell, 2018 / 1910, pág. 161)

El método pragmático dirá que una creencia verdadera es una creencia útil. Lo que esto sugiere es que el método conduce, en primera instancia, a considerar una creencia como útil y, en consecuencia, a asumirla como verdadera; no obstante, no puede ser lo mismo verdad que utilidad (sobre esta idea se erige una segunda objeción de Russell). El criterio pragmatista asumiría, según la crítica, que “es verdad que existen otras personas” significa “es útil creer que existen otras personas”, lo que implica que son dos formas diferentes de enunciar la misma proposición. Pero entonces, no se daría la transición de la utilidad de la creencia a la verdad de la misma, transición que en efecto se da. El problema radica en no establecer una clara diferencia entre “significado” y “criterio”.

Decir que algo es un buen criterio para establecer la verdad de una creencia no puede entenderse como si la creencia fuese verdadera gracias a ese criterio. “La principal crítica –dirá Russell- que habría que hacer entonces al pragmatismo consistiría en negar que la utilidad sea un criterio

«útil», porque a menudo es más difícil determinar si una creencia es útil que determinar si es verdadera” (Russell, 2018 / 1910, pág. 163). Es útil consultar el catálogo para establecer qué libros hay en una biblioteca, pero de esto no se sigue que decir que un libro está en la biblioteca implique necesariamente que está en el catálogo, y viceversa. Lo que infiere de esto Russell es que los pragmatistas tienen poco interés en la base factual y establecen un divorcio entre hechos y verdad. Supongamos que se logra mostrar la utilidad de la creencia en la existencia de Dios, esto quiere decir que la creencia en la existencia de Dios es verdadera, y puede serlo aun cuando Dios no existiese.

Una tercera objeción consiste en el método investigativo que promueve James. Russell ve con buenos ojos la concepción de la inducción del pragmatismo, considera que es la mejor, pero no está de acuerdo en que esa versión del pragmatismo permita un análisis de los problemas fundamentales de la filosofía.

Para comprender mejor esta objeción es preciso recordar la distinción que hace el filósofo británico entre creencias derivadas, que son obtenidas por inferencia y las creencias espontáneas que simplemente no se derivan de otras creencias, se obtienen por medio de la experiencia y, cuando no se necesita una prueba externa, estas creencias se denominan obvias. Es importante resaltar que las creencias espontáneas no son más sólidas que las derivadas. Todo el sistema de conocimiento se fundamenta en las creencias obvias y las espontáneas, el método para garantizar la solidez del sistema es la verificación que consiste en mostrar cómo se relacionan las creencias, cómo se derivan unas de otras. Sin embargo, la verificación es necesaria incluso para las creencias que parecen obvias, ya que en el análisis puede advertirse que dos proposiciones aparentemente obvias son incompatibles entre sí.

A partir de este sistema de creencias básicas y derivadas, Russell va a entender la inducción como:

el proceso de seleccionar las hipótesis que han de organizar nuestras creencias espontáneas, conservando el mayor número posible y relacionándolas por medio de proposiciones generales que, como suele decirse, las «expliquen», es decir, que proporcionen una base a partir de la cual puedan ser deducidas. En este sentido, todo el conocimiento es inductivo en la medida en que es discursivo y organizado. (Russell, 2018 / 1910, pág. 174)

Respecto al conocimiento científico, Russell señala que hay mayor o menor grado de obviedad. Los que se denominan datos serían las creencias obvias (proposiciones obvias dirá Russell), las demás se aceptan por su relación con los datos. Esta relación puede darse de dos maneras: que las proposiciones sean derivadas de los datos o que los datos puedan ser deducidos de las proposiciones, esto es lo que se denomina hipótesis de trabajo.

Russell considera que el origen del pragmatismo se debe a una generalización de la concepción de «hipótesis de trabajo» (Russell, 2018 / 1910, pág. 174). Esto quiere decir que es un intento de deducir los datos más básicos de enunciados generales. Pero en este modo de proceder del pragmatismo se descuidan tres puntos: i) las hipótesis de trabajo son solo una pequeña parte de nuestras creencias y no su conjunto; ii) las personas prudentes concederían bajo nivel de crédito a las hipótesis, y por ello es extraño seleccionarlas como prototipos de las creencias en general; iii) cuando la ciencia dice que una hipótesis funciona quiere decir que es posible deducir un cierto número de proposiciones verificables y que no es posible deducir proposiciones cuya negación sea verificable. No obstante, cuando el pragmatismo dice que una hipótesis funciona significa que “los efectos de creerla son buenos, incluyendo entre estos efectos no solamente las creencias que podemos deducir de ella, sino también las emociones suscitadas por ella o por las consecuencias percibidas, y las acciones que son fomentadas por ella o por las consecuencias percibidas.” (Russell, 2018 / 1910, pág. 175). De lo anterior infiere Russell que la inducción, correctamente analizada, no conduce al pragmatismo, por el simple hecho de que aquella debe sustentarse únicamente en los datos. Además, el método pragmático falla como análisis filosófico, según Russell, al asumir los resultados inductivos que toma como prototipo de la verdad, pues estos son precisamente aquellas creencias más alejadas de fundamento básico, aquellas que hay que mantener con más precaución y menos convicción. En tanto que para Russell la filosofía suele iniciar su análisis desde las obviedades (Russell, 2018 / 1910, pág. 175).

2. Un hombre de paja llamado pragmatismo

Además de los cuestionamientos hechos por Russell, muchos otros críticos han cuestionado la noción de verdad expuesta por James por tratarse de noción poco objetiva y relativista. Una forma fácil y tendenciosa de poner en evidencia una cierta despreocupación argumentativa de James, lo que considero es lo que permite hacer críticas fáciles a sus ideas, es hacer una pequeña selección de consideraciones sobre la verdad que aparecen en las conferencias VI y VII. Veamos:

- “La posesión de la verdad, lejos de ser un fin en sí mismo, solo es un medio preliminar con vistas a otras satisfacciones vitales. […] El valor práctico de las ideas verdaderas se deriva básicamente de la importancia práctica que sus objetos tengan para nosotros.” (pág. 172)

- “De esa creencia se puede decir que «es útil porque es verdadera» o que «es verdadera porque es útil».” (pág. 172)

- “[E]l pragmatismo obtiene su noción general de la verdad, como algo esencialmente ligado a la manera en la que un momento de nuestra experiencia puede conducirnos hasta otros momentos a los que valga la pena ser conducidos.” (pág. 173)

- “En su mayor parte, la verdad vive realmente de un sistema de crédito. Nuestros pensamientos y creencias «circulan » mientras nada les ponga en entredicho, igual que los pagarés bancarios «circulan» mientras nadie los rechace.” (pág. 175)

- “En ciencia, la verdad es lo que nos proporciona la máxima suma posible de satisfacción, incluido el agrado, pero la congruencia con las verdades previas así como con los hechos novedosos siempre es el requisito más imperioso.” (pág. 181)

- “Así pues, somos nosotros quienes, a nuestra voluntad, dividimos el flujo de la realidad sensible en cosas. Sí, creamos los sujetos tanto de nuestras proposiciones verdaderas como de las falsas.” (pág. 203)
 
Como es apenas obvio, tomadas fuera de contexto cada una de estas afirmaciones puede ser malinterpretada a gusto propio. Ahora, si bien el contexto puede blindar las interpretaciones de las afirmaciones, no logra erigir una fortaleza para su autor. La manera optimista en que James expone sus ideas no le permite esforzarse en presentar argumentos más sólidos que simples


analogías o presupuestos cuestionables. No obstante, haré una presentación de dos conceptos fundamentales que soportan la noción de verdad de James y que quizá Russell quiso omitir deliberadamente.

3. Realidad.
 
“¡Pobre de aquel cuyas creencias jueguen a lo loco y a la ligera con el orden que siguen las realidades en su experiencia!: o no le llevarán a ningún lado, o le harán establecer falsas conexiones” (James, 2000/1907, pág. 173). De este modo nos exhorta James a comprender que el pragmatismo también entiende la verdad como una forma de correspondencia con la realidad. Pero esta correspondencia no debe entenderse como copia de, sino como adecuación con la realidad. Que una creencia sea verdadera no significa que sea una copia de un hecho u objeto, pues entendida de esta manera la verdad ve restringida su utilidad. De este modo, para entender qué es la verdad es preciso comprender, primero, qué es eso con lo que se adecúa.

Para James, la realidad está constituida por tres partes: i) el flujo de nuestras sensaciones o experiencias, ii) las relaciones y iii) las verdades previas. Las dos primeras partes las considera percepciones, lo que implica que somos pasivos ante ellas.

Respecto al flujo de nuestras sensaciones o experiencias, James nos dice que se nos imponen y no sabemos de dónde proceden. No son verdaderas ni falsas, simplemente son. Estas realidades la constituyen objetos sensiblemente presentes o relaciones de sentido común tales como fechas, lugares, distancias, géneros, actividades. Las creencias que se forman a partir de esta parte de la realidad pueden ser verificadas directamente; esta verificación la entiende James como la constatación de que este tipo de creencias no conducen a negación o contradicción; esto es, que no entran en conflicto con las experiencias. Sin embargo, es innecesario aplicar la verificación directa todo el tiempo, basta con una verificación indirecta o verificabilidad, que consiste en aceptar la evidencia circunstancial. Nos dice James que “si todo se desenvuelve armoniosamente, estamos tan seguros de que la verificación es posible que la omitimos, y generalmente los procesos resultan justificados por todo lo que sucede.” (James, 2000/1907, pág. 175). La

renuncia a la verificación directa radica, por un lado, en la economía de tiempo que nos ofrece y, por otro, en que las cosas existen en géneros y no singularmente y, de este modo, “una vez que hemos verificado directamente nuestras ideas sobre un espécimen de un género, nos consideramos libres de aplicarlas a otros especímenes sin necesidad de una verificación (ibíd.). 

La segunda parte de la realidad la constituyen las relaciones que se obtienen entre nuestras sensaciones o entre sus copias en nuestras mentes. Se dividen en las relaciones mutables y accidentales, por un lado, y las relaciones fijas y esenciales, por el otro. Ambas relaciones son hechos mentales, dirá James, y son objeto de percepción inmediata, son perceptivamente obvias a la primera mirada y no es necesaria una verificación sensorial. Al nivel de estas relaciones la verdad posee un carácter “eterno” (James, 2000/1907, pág. 176), por ello nuestro pensamiento debe tenerlas en cuenta eternamente, es lo que constituye el pensamiento matemático y lógico (James, 2000/1907, pág. 198).

Así, las leyes de la lógica y los axiomas de la geometría, son el tipo de creencias que se obtienen de esta parte de la realidad. Otro tipo de creencias o de principios generales que se obtienen de esta parte de la realidad son del tipo “que 1 y 1 hacen 2, que 2 y 1 hacen 3, […] que lo blanco difiere de lo gris menos que de lo negro; que cuando una causa comienza a actuar, el efecto también comienza a hacerlo.” (James, 2000/1907, pág. 176). Dado que nuestro pensamiento puede relacionar las ideas que surgen de estas relaciones, surgen sistemas cada vez más complejos que pueden ser aplicados a los hechos sensibles de la experiencia, esto es, un sistema de categorías que permite ordenar y clasificar esos hechos sensibles. Ahora bien, este sistema de relaciones y categorías no es arbitrario, no es originado voluntariamente: no depende de nosotros cómo funciona la relación de causalidad o que 2 y 2 sume 4.

Por último, el tercer segmento está constituido por las verdades previas. James no se toma mucho espacio para explicar en qué consiste esta sección de la realidad, dirá, simplemente, que consiste en todo el cuerpo de verdades que ya poseemos (James, 2000/1907, pág. 178). El sistema completo de nuestro conocimiento, de nuestras creencias verdaderas, constituiría la tercera parte de la realidad. Esta última porción, dirá James, es menos obstructiva que las dos

anteriores; si bien nuestras nuevas ideas no deben dejar de tenerla en cuenta, a menudo acaba por dejar libre el paso.

Dirá James que son estas tres porciones de la realidad las que en todo tiempo regulan la formación de nuestras creencias (James, 2000/1907, pág. 198), y es precisamente por ello que James sostiene que la verdad no puede ser copia sino adecuación. Respecto a las dos primeras partes de la realidad, se nos imponen, nuestras creencias deben coincidir con ellas; en el caso de la tercera parte, nuevas experiencias y nuevas ideas agregan contenido a esta parte, lo cual la hace modificable, variable, y por ello la coincidencia de las creencias con esta parte de la realidad no es tan restrictiva, aunque una nueva creencia no pude simplemente ser incoherente con esta parte de la realidad. James lo expondrá de este modo: “Nuestra mente, pues, se encuentra firmemente encajada entre las coerciones del orden sensible y las del orden ideal. Nuestras ideas deben adecuarse a las realidades, sean éstas concretas o abstractas, hechos o principios, so pena de incongruencia y frustración continuas.” (James, 2000/1907, pág. 177)

4. Adecuación

Es claro, pues, que nuestras creencias para poder ser verdaderas deben adecuarse en alguno de estos tres niveles con la realidad. James nos dice que:

Toda idea que nos ayude a tratar, de manera práctica o intelectual, con la realidad o con lo que a ella se refiere, cualquier idea que no complique nuestro progreso con fracasos, cualquier idea que de hecho cuadre, que adapte nuestra vida al contexto global de la realidad, estará lo suficientemente de acuerdo como para cumplir las exigencias. Valdrá como verdadera de esa realidad. (James, 2000/1907, pág. 178)

La parte problemática a esta altura parece ser la expresión “satisfacer la exigencia”. ¿De qué tipo de exigencia estamos hablando? La realidad, tal como la concibe James, no es independiente de nosotros, y, en este sentido, tampoco lo es de nuestros intereses. Russell, quien defiende la idea de una realidad independiente, centra sus críticas en esta falta de independencia, e infiere que

“satisfacer la exigencia” también implica adecuarse con nuestros intereses, lo cual, a su vez, rompe con el requisito básico de la verdad russelliana: la objetividad pura.

La defensa de James se encuentra en lo ya expuesto: las partes 1 y 2 de la realidad se nos imponen, las creencias deben adecuarse a ellas, de lo contrario nos veremos sometidos a grandes insatisfacciones. Esto asegura la adecuación de las creencias sobre nuestras experiencias sensibles y las que tienen que ver con relaciones contingentes y analíticas. Respecto a las ideas que no son tan fácilmente verificables, como las que tienen que ver con sucesos históricos, por ejemplo, dependen de su coherente inserción en el sistema de conocimiento humano. Dirá James que las ideas verdaderas no pueden ser incoherentes con el discurso humano, el mismo que durante siglos ha facilitado nuestra exitosa interacción con el mundo y entre nosotros. Dado este sistema, existen muy pocas probabilidades de que una idea falsa incursione en el mismo. Lo que esto sugiere es que inferimos que ese tipo de ideas son verdaderas porque se inscriben en el discurso del conocimiento humano sin ningún tipo de dificultad y por eso, por esa coherencia, deben ser verificables; esto es, existe una garantía de rastrearlas hasta encontrar las experiencias sensibles verificables con que se relacionan. Esta es la prueba que presenta James para asumir que la adecuación de la verdad también descansa en el éxito de nuestras prácticas actuales. Sostendrá que: 
Ésta es la manera amplia y laxa en la que el pragmatista interpreta la palabra «acuerdo». La trata de un modo enteramente práctico y le permite abarcar todo proceso de conducción desde una idea presente a un término futuro, a condición de que se desenvuelva prósperamente. Sólo así puede decirse que las ideas «científicas», aun volando más allá del sentido común, están de acuerdo o concuerdan con sus realidades. (James, 2000/1907, pág. 180).

Según esta exposición de James, todas nuestras creencias, por básicas o sofisticadas que sean, están constreñidas por la realidad, esto es una manifestación de la adecuación; pero no todas las creencias tienen el mismo tipo de restricción. Las creencias que constituyen el conocimiento científico, por ejemplo, están determinadas en primera instancia por el conocimiento previo, la tercera parte de la realidad, y lejos están de la experiencia sensible, pues es innecesario hacer una verificación tan exigente de cada particular dado lo exitoso del sistema. Así pues, “En ciencia, la verdad es lo que nos proporciona la máxima suma posible de satisfacción, incluido el


agrado, pero la congruencia con las verdades previas así como con los hechos novedosos siempre es el requisito más imperioso.” (James, 2000/1907, pág. 181). Que una creencia sea satisfactoria se entiende, pues, como la consistencia entre esa creencia y el resto de nuestro equipamiento mental (James, 2011/1909, pág. 159).

Tanto para Russell como para James, la verdad tiene que ver con una adecuación con la realidad; sin embargo, la noción del norteamericano nada tiene que ver con la idea de una realidad independiente de nosotros. Russell y los demás abstraccionistas, como los denomina James, caen en el error de asumir que existe una realidad independiente de nosotros y que la verdad consiste en alcanzar la correcta coincidencia entre nuestras creencias y esa realidad independiente. En esto parece consistir la versión abstraccionista de la objetividad: una relación neutral entre hechos y creencias que debemos alcanzar. Visto así, es inevitable entender la verdad como algo alcanzable; es un punto de llegada, del cual, cuando logremos estar en él, no será preciso ir más allá.

La realidad, tal como la entiende James, no puede analizarse independientemente de nuestras creencias, Hilary Putnam dirá al respecto:

[…] por que la idea expresada James de nuestra comprensión de la noción de verdad no debe ser considerada un acto mental misterioso mediante el cual nos conectamos con algo totalmente independiente de las prácticas sobre la base de las cuales decidimos lo que es verdad y lo que no lo es. (Putnam, 1999, pág. 26)

Para James, como se ha expresado, la realidad no es un algo más allá, es el producto de nuestra interacción constante con el mundo y entre unos y otros. Es por esto que no hay otra opción más que tratar la adecuación de un modo enteramente práctico: adecuarse con es ser conducido; conducido por nuestros intereses, nuestras experiencias, nuestro conocimiento previo y por todos los intentos que nos conduzcan a ampliar nuestra realidad. Es un proceso, no el producto, es el continuo adecuarse de las ideas con la realidad. Es por estas razones que la verdad es, más que un construirse, un constatarse en la realidad. Quizás esto es lo que lleve a considerar la oción de verdad de James una versión deflacionaria, contingente, “[e]n la medida que la realidad significa realidad experimentable, tanto ella como las verdades que el hombre obtiene sobre ella, están en un proceso de incesante mutación; mutación hacia una meta definida quizás, pero aún así mutación”. (James, 2000/1907, pág. 186).
No hay forma de desconectarse de la realidad, no es posible conducir la vida en los márgenes de la misma; es lo que quiere señalar la postura de James. Tener creencias verdaderas es tener creencias que se adecúan a la realidad y por esta misma razón es que es útil la verdad. Una creencia que no es verdadera es aquella que no logra integrarse con el conjunto de conocimientos humanos, esa creencia, como cualquier otra, puede tener un papel causal en nuestra conducta y, volviendo a una cita expuesta más arriba, es por eso que las creencias “deben adecuarse a las realidades, sean éstas concretas o abstractas, hechos o principios, so pena de incongruencia y frustración continuas.” Las creencias verdaderas son útiles porque se adecúan con la realidad.

5. Respuestas a los críticos

Dos críticos ingleses (1909), James, para responder las objeciones de Russell, sostiene que no es verdad que su pragmatismo convierta las buenas consecuencias en un signo o criterio seguro a través del cual se establezca habitualmente la presencia de la verdad, aunque ciertamente pueden servir en ocasiones como tal signo. Las buenas consecuencias son, más bien, el motivo que se oculta detrás de toda pretensión de verdad. Todo lo que James dirá al respecto es que nadie tiene que evaluar sus creencias por sus consecuencias, es el pragmatista quien señalará que esta es la motivación que se esconde tras toda pretensión de verdad.

En cuanto a la crítica que dice que es posible, desde la perspectiva pragmatista, afirmar que “A existe” es verdadera aun cuando A no exista, dirá James que sus críticos olvidan “que en cualquier descripción concreta de lo que denota la palabra «verdad» en la vida humana, solo cabe usar dicha palabra en relación con un creyente en particular.” (2011, 220). Esto lo usa como
premisa para justificar que la verdad en sentido pragmático debe aplicarse a las opiniones concretas de un individuo. Asevera que una opinión verdadera requiere, por un lado, la existencia del objeto (“o signos seguros de la presencia del objeto”) y, por otro lado, que la opinión no se vea contradicha por ninguna otra cosa de la que el individuo tenga conocimiento. A esto remata diciendo “pero a pesar del obvio requerimiento pragmatista de que cuando digo la verdad al afirmar que algo existe, este algo debe existir, la calumnia que Russell repite goza de la mayor aceptación." (James, 2011/1909, pág. 221).

Para James, el error que comete Russell es que asume que se ha presentado una definición estática de la verdad cuando sostiene que “la «verdad» de nuestras ideas significa que «funcionan»”. Así, según la crítica russelliana, las afirmaciones

A. “existen otras personas”, y

B. “es útil creer que existen otras personas” significan lo mismo y, en consecuencia, cuando creo una creo la otra. James coincidirá en que esto es absurdo.

Para superar la malinterpretación de sus críticos, James señalará que una creencia tiene dos componentes: el contenido y una implicación de verdad. Si alguien cree que existen otros hombres, la existencia de hecho de esos hombres es tanto un contenido de su creencia como una implicación de su verdad. La creencia es acerca del objeto, no sobre sus posibilidades funcionales, “es una creencia acerca del objeto, y quien habla de las posibilidades funcionales es otro sujeto, situado en un universo del discurso distinto al del creyente cuyo pensamiento concreto pretendo describir.” (James, 2011/1909, pág. 224)

De este modo diferenciará dos ámbitos del discurso que sus críticos no logran vislumbrar. La afirmación A expresa el objeto de una creencia, en tanto que la afirmación B habla de una condición para el mantenimiento de dicha creencia, es por esto que no pueden ser idénticas. Para quien sostiene que “existen otras personas”, no cabe duda de que otras personas deben existir realmente; sin embargo, para el crítico pragmático no tienen por qué existir realmente esas personas; pues el contenido pragmático pertenece a un universo de discurso enteramente distinto. El gran salto “entre universos se produce en esta discusión cuando trasladamos la palabra «verdad» del reino subjetivo al reino objetivo, y lo aplicamos unas veces a una propiedad de las opiniones y otras a los hechos afirmados por dichas opiniones.” (James, 2011/1909, pág. 226).

En síntesis, la respuesta de James es que existen por lo menos dos niveles de discurso: el que expresa creencia y el que habla acerca de la creencia (sus posibilidades funcionales). El primer nivel hace alusión al ámbito de lo subjetivo, pues las creencias son concretas, particulares, y las tienen individuos concretos. Este es el sentido subjetivo de la verdad para James: que x crea que existen personas implica que otras personas deben existir realmente para ese x. El segundo nivel hace alusión al tipo de enunciados que expresa el pragmatista, tales como “es útil creer que existen otras personas”, este tipo de afirmaciones no hacen referencia al contenido de la creencia y, en consecuencia, no se comprometen con la existencia de otras personas. Al parecer a esto es a lo que James llama el contenido objetivo de la verdad.

Así las cosas, parece que la crítica de Russell no se sostiene por su interpretación incompleta del pragmatismo. La distinción que hace James es muy importante y parece estar en consonancia con la teoría de los tipos del mismo Russell. Esta perspectiva de universos del discurso permite entender que, al parecer, son contextos muy diferentes los que hacen verdaderos las afirmaciones A y B. Ahora bien, en medio de su optimismo, lo que deja sin resolver James es cuáles son esos contextos.

Retomando su teoría de la adecuación, A sería verdadera porque es verificable y porque no entra en contradicción con el sistema actual de conocimiento. Pero ¿qué hace verdadera la afirmación “es útil creer que existen otras personas”?

Es claro que a B no la hacen verdadera las mismas condiciones que hacen verdadera a A, porque esto implicaría que toda persona que dé por verdadera a A, dará por verdadera a B y James dice que esto es posible pero no necesario.

Otra opción es que B se desprenda de la segunda parte de la realidad, esto es, que se infiera de una regla contingente o de una regla analítica. Pero esto es algo que James ni siquiera insinúa. Así que descartaré esta opción.

Una tercera alternativa podría ser que B es verdadera porque A es verdadera. Esta sería la opción más viable. Lo que esto sugiere es que una afirmación pragmatista acerca de una creencia, un enunciado sobre las posibilidades funcionales de una creencia, siempre tiene como requisito una creencia verdadera. Sin embargo, en Dos críticos ingleses nos dice que una condición para creer que “existen otras personas” es que “es útil creer que existen otras personas” (James, 2011/1909, pág. 224). ¿Qué tipo de condición es, entonces, B para A? Si B es una condición necesaria de A, se sigue que en caso de negar a B debemos negar a A (un elemental Modus Tollens), pero esto va en contra precisamente de la alternativa que se está exponiendo; porque es la verdad de A la que implica la verdad de B. De este modo, B debería ser una condición suficiente de A. Esto es, es suficiente con aceptar la verdad de “es útil creer que existen otras personas” para inferir la verdad de “existen otras personas”, pero este presupuesto es precisamente la idea que ataca Russell, porque no puede ser suficiente con aceptar “que es útil creer que existen otras personas” para que existan otras personas.

Lo que esto sugiere es que la noción de verdad de James, por un lado, solo se aplicaría a enunciados verificables, enunciados que difícilmente parecen ponerse en cuestión en este sistema de conocimiento, y, por otro lado, que las afirmaciones pragmatistas sobre las creencias no son susceptibles de verdad o falsedad

Bibliografía

James, W. (2000/1907). Pragmatismo. Un nuevo nombre para viejas formas de pensar. (R. J. del Castillo

Santos, Trad.) Madrid: Alianza Editorial.

James, W. (2011/1909). El significado de la verdad. Una secuela de pragmatismo. (R. Vila Vernis, Trad.) Barcelona: Marbot Ediciones.

Putnam, H. (1999). El pragmatismo. Un debate abierto. (R. Rosaspini Reynolds, Trad.) Barcelona: Gedisa. Russell, B. (2018 / 1910). Ensayos filosóficos (3 ed.). (J. R. Capella,
















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