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miércoles, 30 de agosto de 2017

Cuerpos negros

Apuntes descentrados sobre la importancia del cuerpo entre los afros uresanos
Para efectos de anclaje teórico sobre la definición de las practicas corporales, tomo y comparto.
“Las practicas corporales no son actividades físicas ni psicofísicas, productos o efectos del funcionamiento orgánico y, por ende, susceptibles de ser investigadas con los procedimientos propios de la fisiología, la psicofisiológica o las neurociencias, si no prácticas históricas, por ende, políticas, que es preciso analizar en términos significantes” (Galak. 2015. Crisorio, 37).
Geo localizando
El objeto de estudio corresponde a grupos étnicos, más exactamente a grupos Afrodescendientes en Colombia, localizados en la región de la costa caribe en el departamento de Córdoba al sur del mismo en el municipio de San José de Uré y que se extiende hasta las proximidades del curso bajo del río Cauca en el departamento de Antioquia (bajo cauca antioqueño), entre los municipios de Tarazá, Cáceres y Zaragoza.
El propósito de las indagaciones es la de observar la creación e implementación de la educación afrocolombiana entre el grupo social y cultural de origen africano.
Confieso que no había reflexionado sobre el tema del cuerpo en mi tesis; ello porque consideraba la categoría desde la denominación de color de piel en sentido puramente biológico, por ende, naturalizado como un evento propio de la cotidianidad social y no desde las prácticas colectivas e individuales de dominación de un grupo o etnia sobre el otro diferente ya sea comprado o derrotado en batalla, en suma, el naturalizado comercio de trata de personas provenientes de África hacia el nuevo mundo (América).   
Reconsiderando, la categoría cuerpo, en mi investigación ocupa un lugar central; en tanto práctica social de dominación biopolitíca e histórica de un grupo social sobre otro.  La centralidad se encuentra presente desde los inicios del comercio negrero entre los años de 1420 y 1480, por parte de los portugueses, quienes se especializaron la exploración, descubrimiento y aprovechamiento de la costa occidental del África. Así, logran bordear el antiguo cabo de las tempestades –rebautizado luego de esta hazaña como cabo de buena esperanza- logrando por este medio establecer una nueva ruta de entrada a las codiciadas tierras de las Indias.
Afirmar que los grupos de esclavos negros traídos desde África a las nacientes colonias de ultramar del recién creado imperio de castilla y león o mejor España, fueron producto de un largo proceso histórico y mediático de negación corporal que iniciaba desde el momento mismo del embarque en los barcos negreros en las costas africanas hasta la venta final del “producto” la cargazón. Dicho proceso de negación era materializado en las prácticas corporales, tanto a nivel colectivo e individual en los siguientes aspectos.
Lo negro fue asimilado a lo feo, bestial y demoniaco.
Siguiendo a Foucault cuando afirma “El dominio, la conciencia de su cuerpo no han podido ser adquiridos más que por el efecto de la ocupación del cuerpo por el poder” (Foucault. 1974: 104). En otro trabajo académico este mismo autor se refiere al “poder de nombrar” como la facultad de crear simbólica y materialmente situaciones, hechos aceptados por los demás grupos e individuos de la sociedad dominante, en nuestro caso específico se utilizó eficientemente la dominación corporal (claro, antes de este dominio se realizaba el proceso de docilidad irrestricta de la voluntad corporal hacia el amo como raza dominante). El denigrante trato al cuerpo de los esclavos africanos, se dio desde el ámbito estético en el hecho de imponer la belleza en los patrones estéticos del europeo,
“Otros no lo fundan menos, pasando aún más adelante en la causa de ser por la mayor parte todos estos etíopes mal agestados y las facciones tan broncas dicen es el poco o ningún cuidado que las comadres y parteras tienen en los partos de éstos, por ser gente zafia y sin policía, de perfeccionarles los rostros y demás miembros de su cuerpo, como se hace entre los españoles. Y así vemos que en habiendo descuido en esto, aun entre los blancos se ven en ellos los mismos defectos, fealdades y demás deformidades” (Triana. 2002, 526).
La anterior cita textual da cuenta de la superioridad estética del cuerpo del europeo, por otro lado, la llama la atención en que esta fealdad es atribuida a prácticas no adecuadas de higiene y mal tratamiento por parte de las parteras en el trabajo de parto, como fuese cierto, aun para la época.
No podría afirmar como fue el proceso de bestialización del cuerpo esclavo, pero fue sí que fue un proceso histórico de larga duración –aun hoy se ven las secuelas sociales y culturales- que dio como resultado la pérdida de autonomía cívica, social y cultural de los esclavos y esclavas se da primero por medio del poder de la palabra y posteriormente reafirmado en los castigos corporales casi que permanentes, ahora bien, la utilidad de uso del esclavo es la mejor prueba de que fueron considerados como bestias desprovistas de alma; las inclementes jornadas de trabajo pesado, el poco o nulo espacio concedido para la higiene personal, de no contar con variadas prendas de vestir –se puede clasificar dos tipos de vestidos: la ropa para el trabajo y de uso cotidiano llamada esquifación que era entrega anualmente por parte de los amos, consistente en dos mudas de lienzo de cañamazo, una chaqueta de bayetón un gorro para el invierno, un pañuelo y una manta, el otro vestido o prendas lo constituía, la pinta dominguera, empleado para asistir a las misas y fiestas, en las que se podían apreciar algunas variedades de estilos- .
La sinonimia de la representación diabólica del negro, tiene relación con la creencia cultural cristiana de la noche como el reino del mal y lo bueno representado en el día. Yo sospecho que además, está directamente relacionado con el hecho de que temer a los fenómenos desconocidos como la oscuridad ya que en ella  se encuentran desprovistos de uno de los órganos que nos concede seguridad emocional como es la vista y el color negro nos recuerda nuestra fragilidad biológica ante los fenómenos de la naturaleza, a lo que respondemos con violencia para reprimir aquello que me deja débil ante los animales o seres salvajes en los cuales estaban los esclavos negros, pues no hay que perder de vista que no posean alma y por tanto no eran considerados seres humanos hijos de Dios.
Deshumanización.
Antes del proceso de comercialización o trata de personas por parte de los europeos, hay que recordar que España sufrió en gran parte de su territorio la invasión de los árabes –Moros-  quienes controlaron militarmente –al inicio del siglo VIII de nuestra era-. Al final en un largo proceso de recuperación territorial, los reinos cristianos de castilla y Aragón logran expulsar a los invasores, restablecer la religión cristiana heredada de los reyes de antaño –los visigodos-. Así que en entre los años de 1420 y 1480 que corresponde al tiempo en que se da inicio a la esclavización y comercialización de personas provenientes del continente africano, la guerra religiosa contra la religión pagana para la iglesia católica –el islam- se encuentra viva en la mente y las acciones militares tanto de jerarcas religiosos como militares. Los registros históricos dan cuenta de que los tratantes de esclavos; como lo referencia
“Como los negros africanos conocidos inicialmente por los tratantes lusitanos eran de cultura islámica, al ser considerados, por razones religiosas y políticas, como enemigos permanentes de los cristianos, resultaron siendo hostigados dentro de un estado de guerra permanente. Por ello, cuando eran vencidos se tomaban como esclavos” (Triana. 2006: 25, 26), para ratificar la anterior cita, en el año de 1452, el papa Nicolás V concedió al rey de Portugal, Alfonso V, poderes para conquistar y esclavizar paganos en África. Con el encuentro del nuevo mundo –América-, España reclamo al papa un trato similar en el comercio de esclavos en África y se materializa en la bula de donación [inter Caetera]. Todos los tratantes tenían la misión de evangelizar –cristianizar- a los paganos vencidos y esclavizados, sólo que en la práctica se convirtieron en meras mercancías con la consiguiente inferiorización, animalización y deshumanización. Tanto los tratantes como los futuros amos, justificaron el hecho de que los negros esclavos eran semejantes a los animales y por ende no tenían un alma para salvar del fuego del infierno o aspirar al paraíso, entonces ellos, las y los esclavos, antes que su libertad debía buscar el reconocimiento perdido de su condición humana, de su dignidad o lo que es lo igual recuperar el alma para poder ser, existir, “es el desarrollo estratégico normal de una lucha” (Foucault. 1979: 104), en suma, el esclavo ha sufrido en cuerpo y alma la construcción social del cuerpo en toda su dimensión simbólica de nombrar sin ser nombrado, del reconocimiento de su condición de ser con vida, pero sin alma, de cristianizarse, pero aun así estar condenado al infierno por tratarse de criaturas malignas, diabólicas. Feinmann. 2013: 26, sentencia las anteriores dualidades opuestas como un oxímoron y define el termino como “… une dos conceptos de significado opuesto”.  
Violencia corporal como método educativo.        
Desde el momento de la captura de las personas esclavizadas se da la violencia corporal, los golpes, imposición de cadenas y grilletes, hambrunas y simbólica como alejarlos en lo que reta de la vida de su medio local, social, cultural además de la perdida de la libertad. Al llegar la cargazón[1] a manos del amo eran sometidos a las largas jornadas de trabajos bajo supervisión de uno o varias señores –usualmente blancos- provisto con objetos castigo listos para usarlos. El objetivo era disciplinar el cuerpo hasta lograr la total sumisión del esclavo ante el amo.
Se empleaban técnicas de castigo normadas por la corona imperial, uno de estas normas es el llamado “Carolino código negro”[2] de 1784 el cual trata de regular la cotidianidad de los esclavos en las posesiones de ultramar de España, por ejemplo, en el capítulo VIII que versa de las ¡obligaciones de los esclavos y penas correccionales!, textualmente sentencia.
“debiendo los dueños de esclavos sustentarlos, educarlos y emplearlos en los trabajos útiles y proporcionados a sus fuerzas, edades y sexos, sin desamparar a los menores, viejos o enfermos, se sigue también la obligación en que por lo mismo se hallan constituidos los esclavos de obedecer y respetar a sus dueños y mayordomos, desempeñar las tareas y trabajos que se les señalen conforme a sus fuerzas, y venerarlos como a padres de familia, y así el que faltare a algunas de estas obligaciones, podrá y deberá ser castigado correccionalmente por los excesos que cometa, ya por el dueño de la hacienda, o ya por su mayordomo, según la qualidad del defecto, o exceso, con prisión, grillete, cadena, maza, o zepo, con que no sea poniéndolo en este de cabeza, o con azotes, que no puedan pasar de veinte y cinco, y con instrumento suave, que no les cause contusión grave, o efusión de sangre; cuyas penas correccionales no podrán imponerse a los esclavos por otras personas que por sus dueño, o mayordomos” (Triana. 2001: 459, 460), se confirma que los castigos correccionales son netamente corporales, hecho que demuestra que la educación de los cuerpos se realizó única exclusivamente ejerciendo la violencia física, sólo alivia un poco el sufrimiento cuando sentencia la intensidad y fuerza empleado en los castigos que no deben causar contusiones que lleven a la muerte en el acto o producto de la aplicación de la pena correccional al esclavo. Imagino que para todo tipo de infracción se aplicaban este tipo de penas corporales. La respuesta de los esclavos fue tratar de buscar siempre agradar a los amos y mayordomos mostrándose obedientes, dóciles, complacientes. Aunque los esclavos eran considerados brutos sin las facultades celébrales de aprendizaje, no era nada fácil mostrar y demostrar a los amos y mayordomos que habían asimilado todo lo que ellos les inculcaban o querían decirles, más aún, si tenemos en cuenta que en muchos casos no entendían el idioma originario del amo, sacerdote, autoridad imperial o mayordomo, sin dejar de mostrar la apariencia de ignorante.
Ahora bien, para evitar tales sufrimientos corporales, se valían de lo que el mismo código Carolino mandaba al amo, que fue la tarea de evangelizar a todos y este trabajo era propio del cuerpo eclesial constituido por sacerdotes y laicos principalmente, cuya labor se debía efectuar en horas y días no laborales o de descanso.
Llama la atención que la evangelización –cristianización- de la colonia, sobre vivió con la misma fuerza bien entrada la etapa de la abolición de la esclavitud pues era [tal vez aun] motivo de control apaciguamiento y aceptación de injusticias sociales y económicas como las injustas condiciones laborales, los abusos, humillaciones a los que eran sometidos diariamente, por ello vale la pena citar el capítulo primero del citado código, dedicado a la educación.       
“Todo poseedor de esclavos, de cualquier clase y condición que sea, deberá instruirlos en los principios de la religión católica, y en las verdades necesarias para que puedan ser bautizados dentro del año de su residencia en mis dominios, cuidando que se les explique la doctrina christiana todos los días de fiesta de precepto, en que no se les obligará, ni permitirá trabajar para sí ni para sus dueños, excepto en los tiempos de la recolección de frutos, en que se acostumbra a conceder licencia en los días festivos. En estos y en los demás en que obliga el precepto a oír misa, deberían los dueños de haciendas costear sacerdote, que en unos y en otros les diga misa, y en los primeros les explique la doctrina christiana, y administre los santos sacramentos, así en tiempos del cumplimiento de iglesia, como en los demás que los pidan, o necesiten; cuidando así mismo de que todos los días de la semana, después de concluir el trabajo, recen el rosario a su presencia, o la su mayordomo, con la mayor compostura y decoro”. (Triana. 2001: 456).  ¿Cómo hacían los africanos, para entender la misa que se en aquellos tiempos se transmitía en latín?, ¿Qué tanto la doctrina cristiana de aceptar el sufrimiento corporal como medio para borrar el pecado original, influyo directamente en el desarrollo y transmisión generacional de la dependencia social, económica y cultural de la mayoría de los esclavos? O, dicha dependencia ¿fue solo una estrategia de sobrevivencia corporal? Con tan cantidad de violencia corporal hacia los grupos negros esclavizados, aplicada en tan largo tiempo –larga duración- es casi imposible que no se doblegaran y cambiaran sus originarias religiones y asumieran la del amo, claro adaptando a imagen y semejanza de la que dejaban atrás, en estos términos, la religión que creación no fue completamente la de los amos, sino todo lo contrario una mescla sincrética de las dos, en todos los países de América con fuerte influencia de grupos afros, se pueden apreciar prácticas corporales infligidos al santoral religioso occidental, por ejemplo, poner de cabeza la figura de los santos hasta tanto no cumpla el milagro, la santería cubana y venezolana, por supuesto que estas prácticas fueron asimiladas en el cuerpo simbólico de los cultos cristianos institucional.
La lucha corporal por existir en medio de la tenue luz de la era de los post.
Largo ha sido el camino recorrido por los grupos [ahora étnicos] afros, desde el desarraigo con su travesía por el desconocido océano, mesclados con personas de tribus hasta desconocidas entre sí, no poder comunicarse con los compañeros de infortunio en los barcos negreros y llegar a una tierra en donde sus habitantes los veían y estaban convencidos de que eran seres cercanos a cualquier animal creado por Dios y entregado al servicio del primer hombre [Adan] para que realizará labores de fuerza bruta en la extracción de metales preciosos, servicios domésticos, labranza de la tierra. Justificado desde la religión como una forma primero de acabar con las religiones demoniacas o paganas practicadas por seres sin alma, dese las ciencias carentes de razón [salvajes en estado puro], para el mercado simple mercancía de uso, en tanto, “por lo mismo es cierto de cada disposición del cuerpo. Cada sociedad tiene sus propios hábitos especiales”. (Mauss. 1996: 387). Seguidamente cuando el catolicismo le habría ganado el alma al demonio [con la conversión], la mano invisible del mercado transformo radicalmente las relaciones de producción; de amos, vasallos y esclavos se pasó a propietarios y trabajadores asalariado, de la producción en serie a la producción automatizada de la actualidad. El problema es que, en el caso de los grupos esclavizados de origen africano, cada cambio cultural no erradico muchas de las técnicas de verlos y percibirlos desde el inicio del mercantilismo, es más, en la actualidad existen grupos de personas que tienen la práctica del racismo étnico como su esencia de vida cotidiana, los cañones de belleza y pureza lo asocian con la blancura, con cierto peso y figura corporal, excluyendo lo que no se encuentra al interior de este marco de técnicas racistas, cubiertas en mucho con un velo de academia biológica y social, al respecto, Jesús García sostiene,
“hemos visto como las primeras construcciones discursivas los europeos nos convirtieron en africanos abstractos, luego en negros, posteriormente en razas, inmediatamente en esclavos, y así montaron un marco conceptual que luego de quinientos años continúa acompañado de prácticas reproductoras desde sus iniciales instrumentos ideológicos hasta la reproducción trágicamente compulsiva introyectada en nosotros mismos” (Walker. 2012: 81), no es fácil del largo proceso de educación corporal el cual suma quinientos años de vigencia de las técnicas de dominación; sobre todo cuando esos procesos de aprendizaje están lo profundo del subconsciente individual y colectivo del grupo étnico además del resto de la sociedad, lo importante es que se están dando los pasos en la vía de lograr el reconocimiento primero como seres con alma e iguales ante la ley.
Una de las características de la era post industrial es que al parecer ha eliminado las barreras y categorías raciales que excluían mutuamente a la sociedad en especies de guetos culturales, pensamos que todos esos hábitos se habían diseminados con la caída del socialismo real en Rusia, el descomunal desarrollo de la industria del entretenimiento en conjunto con la creación de herramientas [equipos de cómputo], capaces de hacer múltiples tareas a la velocidad de un pardeo de ojos, además de que hito impensable de en la historia, una persona con ancestros africanos llego a ocupar el cargo de poder más simbólico en la aldea global, América latina vivía el auge de movimientos de izquierda o progresistas [a excepción de algunos pocos entre ellos Colombia], que hacían pensar en que por fin se había logrado alcanzar sociedades democráticas, respetuosas de la diferencias; pero no es así, debido a que da la impresión de que jamás avanzamos en la búsqueda de la independencia del biopoder ciudadano en el continente por que los gobiernos de orientación social [progresistas, o de izquierda] han perdido en el escenario electoral. Como resultado, las iniciativas de reconocimiento y reparación integral de las comunidades afroamericanas se han quedado estancada, es más, las acciones racistas se han incrementado.
¿Qué es la raza?, ¿existe un raza inferior? Existen múltiples definiciones de raza, la más aceptada es la que clasifica a los distintos grupos humanos por sus rasgos morfológicos que permitió justificar la tesis de que existen razas sin la capacidad de aprender, por ejemplo, se afirma que uno de los teóricos más respetados de la ilustración, Immanuel Kant propone cuatro razas: la blanca, la negra, mongólica, hinduista y más adelante propone la raza de los indios americanos; lo que llama la atención es que según Castro –citado por max S Hering Torres. 2011: 150- “la humanidad existe en su mayor perfección en la raza blanca. Los hindúes amarillos poseen una menor cantidad de talento. Los negros son inferiores y en el fondo se encuentran una parte de los pueblos americanos” (Kant. 1968: 316; castro Gómez, 2005:41, Hering Torres. 2011: 150). Continua Hering, su argumento afirmando que Kant le afirma que los indígenas no tenían la capacidad de adquirir cultura y de los negros era una raza pasional que no podían controlar y por ello estaban destinados a desarrollar una cultura de esclavos. En lo anterior se prueba que los grupos sin poder se encuentran a merced permanente de los designios de los aparatos para estatales puestos al servicio de quienes los controlan y definen, valga invocar a Michel Foucault.
“… una de las primeras cosas que deben comprenderse es que el poder no está localizado en el aparato de estado y que nada cambiará en la sociedad si no se transforman los mecanismos de poder que funcionan fuera de los aparatos de estado, por debajo de ellos, a su lado, de una manera mucho más minuciosa, cotidiana”
Los grupos dominantes han estado en el poder del estado por años, tal vez centurias y han tenido la oportunidad de crear diversas prácticas corporales de defensa del estatus quo. No comparto la afirmación de Foucault cuando afirma que los grupos revolucionarios en el proceso de la toma del estado no deben tocar su estructura ni mucho menos su súper estructura en tanto hay hacer todo lo contrario, cambiar lo que deba ser cambiado, claro teniendo en cuenta que los procesos de cambio social no se dan a la vuelta de la esquina y sobre todo sin traicionar los ideales y visión de sociedad, es más si aceptamos que el aparato del estado no puede ser cambiado entonces los grupos afros y demás oprimidos no tienen ningún razón para reclamar autonomía territorial e ideológica ancestral en fin, retrocederíamos todo lo avanzado en años de lucha por existir como pueblos afros con prácticas corporales propias, autonomía territorial, educación local propia. Ahora bien, se puede correr el riesgo de que entre en un estado contemplativo tipo museo en donde la figura, filigrana, estatua, imagen no debe ser modificada. En el pleno derecho de su autonomía grupal al interior de su territorio estas comunidades tienen toda la libertad para planear y definir su presente y futuro. Recorrer el camino de la auto determinación corporal no nada fácil para las comunidades de origen afros, pues deben luchar primero por la erradicación del miedo a la libertad, de inventarse, equivocarse, pero volver a retomar el sendero. Lo importante es que se atrevan e inicien la marcha de forma seria consensuada.
Los procesos educativos propios ideados y ejecutados son cruciales para el logro de reafirmarse como autoridad en sus territorios solo que estos planes deberían ser de larga duración y no para cumplir al aparato de estado institucionalizado en la secretaria de educación municipal, departamental o el mismo ministerio de educación nacional. Aja, teniendo en cuenta lo anterior, la dirección o cuerpo de gobierno de las escuelas ¿sobre qué orientación directa debe estar, el aparato del estado, el para estado o de las comunidades afros?, los docentes o profesores ¿Cuál sería el perfil de los docentes o profesores?, ¿deberían los estudiantes someterse a las evaluaciones censales nacionales e internacionales?, ¿los centros de formación universitaria que tipo de procesos realizaría para admitir un estudiante con pertenencia étnica? Son muchos los interrogantes que tengo sobre el desarrollo presente y futuro de la comunidad en cual el cuerpo juega activamente el papel ya que sin cuerpo no habría investigación.  



   



Bibliografía
Crary jonatan, Kwinter Sanford. Ed. 1996. Incorporaciones. Catedra teorema
Blandón. Mena. Melquiceded. Arcos, Rivas, Arleison. 2015. Afrodescendencia. Desde abajo. Bogota, Colombia.
Feiman. José Pablo. 2013. Filosofía política del poder mediático. Planeta editor. Buenos aires. Argentina
Foucault. Michel. 2005. Las palabras y las cosas. Siglo XXI. Buenos Aires. Argentina
                                        Micro física del poder. Ediciones la Piqueta
Galak. Eduardo, Gambarotta Emiliano (editores). 2015. Cuerpo, educación, política, Tensiones epistémicas, históricas y prácticas. Editorial, Biblos. Buenos Aires. Argentina
Pedraza Gómez. Sandra.  1999. En cuerpo y alma. Visiones del progreso y de la felicidad. Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia
Triana y Antorverza. Humberto. 2006. Léxico documentado para la historia del negro en América. Instituto Caro y cuervo. Bogotá, Colombia
Walker. Sheila S. 2012. Conocimiento desde adentro, Los afrosudamericanos hablan de sus pueblos. Universidad del Cauca. Pamplona, Colombia






[1] Es el conjunto de esclavos que transportaba el barco negrero o conducía un cargador (Triana. 2001: 442)
[2] En general los códigos negros fueron el cuerpo de leyes que correspondía a asuntos propios de los esclavos. El Carolino, fue bautizado como tal en honor al rey Carlos III, es un compendio de asuntos que abarcan la educación, listas de esclavos entre otros asuntos. 

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