NOTAS PRELIMINARES DEL ESTADO ACTUAL DE LA EDUCACIÓN EN SANTA CRUZ DE
LORICA, DESDE UNA PERSPECTIVA RURAL.
El estado actual de la educación en Santa Cruz de
Lorica se debe situar en una perspectiva histórica pues esta no escapa a los
ritmos ideológicos y prácticos del sistema educativo nacional y
departamental. Fue durante el periodo de
la regeneración política, social y económica de la nación cuando se creó el
primer intento de unificación de la educación en el país con el llamado plan
zerda de instrucción, dicho plan trazo las líneas futuras de una educación
basada en un curriculum único, una escuela pública estatal, dirigida al cultivo
de las capacidades memorísticas, el buen comportamiento en sitios privados y
públicos. En el año de 1903 se realiza otra gran reforma al sistema educativo
nacional representado en la ley 39 proclamada en octubre de ese mismo año en
esta la preeminencia de la educación es para la instrucción moral y religiosa
católica, la aspiración a la unidad nacional y el fomento de la riqueza como
una de las metas del sistema escolar por medio de la orientación industrial sin
desmontar el bachillerato tradicional; en estos términos la básica primaria era
eminentemente práctica y encaminada a dotar a los estudiantes de nociones que
lo habilitaran para el ejercicio de la ciudadanía y los prepararan para el
trabajo en la industria, la agricultura o el comercio, pero es aquí donde
encontramos el primer retroceso educativo entre lo urbano y lo rural en lo que
se refiere a los años de permanencia, la primera contemplaba un ciclo de seis
años y la segunda con ciclo tan sólo de tres años, pensamos que el estado de la
época determina una educación rural de segunda categoría, en donde a pésimas
condiciones locativas, escuelas unitarias (simultaneidad de cursos en un aula),
salarios inferiores para los docentes y ausencia completa de materiales
didácticos, se agregó una estructura curricular compuesta tan sólo por la
enseñanza de la religión, lectura, escritura y aritmética.
pintura_de_diego_rivera_la_maestra_rural
Por otro lado, en la educación urbana, aparte de las
asignaturas anteriores se agregan: historia, geografía, ciencias naturales,
dibujo y gimnasia, además de mejor infraestructura y cierto grado de
especialización de los maestros.
Claro, esta que a los docentes les tocaba orientar más de una asignatura o área del conocimiento, con el agravante de no contar con el conocimiento especifico del mismo.
La infraestructura escolar se muestra como insuficiente, no se
contaba con las herramientas pedagógicas mínimas para el ejercicio de
orientación académica entre otras, pero con el paso de los años se han
solucionado algunas carencias; pero como en últimos diez años hacia acá, el
sistema educativo Colombiano ha sufrido importantes cambios en su orientación
curricular y de competencias, la capacidad instalada en Lorica no se encuentra
a tono con las nuevas exigencias técnicas y tecnológicas para afrontar en
debida forma el reto de avanzar desde la
concepción de educación tradicional, en la que la memoria y la oralidad son los
únicos elementos a evaluar.
Vista de comedor y restaurante escolar I.E Las Flores
Hoy que se solicita de a los establecimientos educativos
ser competentes en el saber hacer y saber ser en contexto, además del
desarrollo de competencias laborales generales y específicas. La metáfora más
apropiada para representar como estamos en materia educativa sería la
siguiente: “nos encontramos conduciendo un carro modelo 2010, pero con un
conductor del siglo XIX, quien no tiene los elementos técnicos, tecnológicos ni
la formación inicial y en el ejercicio para siquiera encender dicho
vehículo”. Hasta aquí me he referido
únicamente a algunos problemas de internos en el campo de la educación; pero,
existen problemas externos como: los niveles de pobreza familiar, el estado de
las vías, la dispersión poblacional, la carencia de servicios básicos
domiciliarios, la lata movilidad de la población rural dentro del municipio e
inter municipal, que poseen igual o mayor
impacto en la educación, pues están relacionados con la permanencia y
rendimiento académico de los estudiantes. Según el censo de poblaciones “DANE”
de 2005, en Lorica son pocos los hogares con unidades económicas asociadas -sólo el 3%- , el porcentaje de la población
con servicios domiciliarios es: 86% energía eléctrica, el 24,3% alcantarillado,
56% acueducto, 23,4% gas natural, 16,2%[1].
[1] Los datos son tomados en el departamento nacional de estadísticas.
Censo 2005.
Las limitaciones más acusantes para trabajar en
competencias son:
1. Poca
capacidad de acompañamiento administrativo por parte de la secretaria de
educación municipal, ya que son muy
escasas las visitas a las instalaciones de sedes educativas por parte de las
autoridades educativas locales, tal vez por falta de recursos logísticos para
tan importante actividad misional.
2. Asfixia
presupuestal de los establecimientos educativos. Debido a los atrasos en los
giros por concepto de subsidio de matricula a los estudiantes.
3. Pocos
recursos de inversión para construcción y dotación planificada en los
establecimientos educativos acordes con las exigencias nacionales de calidad
educativa.
4. Herramientas
didácticas desactualizadas como mapas, textos guías, salas de cómputos,
laboratorios, salas de internet.
5. Poca
capacidad de negociación por parte de los directivos docentes en la toma de
decisiones en lo referente a construcciones, dotación de bibliotecas,
mobiliario entre otros.
6. Solicitud
de información en plazos muy cortos en ocasiones sin la información oportuna de
cómo diligenciar formatos etc.
Para
mejorar se debe trazar un gran acuerdo entre todos y todas, en tanto el reto es
de proporciones monumentales y no logra suplir en un cuatrienio.
Claro sin desligarnos de la región y la nación ya que
Una educación que en su propia concepción ha de superar las fronteras de los
países y los estados, para ser necesariamente planetaria. Un educación que no
puede limitarse a lo que habitualmente conocemos como la escuela, porque “las
instituciones proveen por sobre todo un discreto lugar (el hogar, la capilla,
el aula, la tienda…) donde se presenta la producción de subjetividad” (Hardt y
Negri 2001, pp. 163).
En resumen: Ante tantos y tan rápidos cambios, y ante
tanta sobreproducción de información, ante el “desarrollismo educativo”, tal
vez nuestra educación podría constituirse en una experiencia de vacío (Ferrer
2001, pp. 69), “abrir el silencio que permita escuchar, escucharse y escuchar
lo colectivo, que lleve a la inversión-conversión- conversación pedagógicas”.
La importancia del silencio en el espacio de la comunicación que supone el acto
educativo es esencial, “me permite, por un lado, escuchar el habla comunicante
de alguien, como sujeto y no como objeto, procurar entrar en el movimiento
interno de su pensamiento, volviéndome lenguaje; por el otro, torna posible a
quien habla, realmente comprometido con comunicar y no con hacer comunicados,
escuchar la indagación, la duda, la creación de quien escuchó. Fuera de eso, la
comunicación perece” (Freire 1999b, pp. 113). ¿Y acaso es concebible el proceso
educativo sin comunicación? Hacer una pedagogía de las personas y para las
personas, no de los mercados y para los robots. Vivir conscientemente el
proceso de cognición, en un planteamiento biopedagógico (Gutiérrez 2001, pp.
49-56) que atienda a los principios científicos de auto-organización,
interdependencia y sostenibilidad; la idea es “escucharnos sin las odiosas
prevenciones partidarias” que tanto mal nos esta haciendo.
Oscar A Rhenals España Colectivo de estudios sobre territorios, Espacios, Etnicidad y Educación |
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